martes, 28 de octubre de 2014

SOMOS RESPONSABLES DE REVERTIR EL POLO A: QUIERO CRECER

Les contaba anteriormente lo del permiso por la emisión del libro con la razón de postergar el mismo y que publicaría  algunos extratos pero termino descubriendo que son varias páginas las fundamentales para globalizar el mensaje que tanto a ella como a mí nos interesa difundir; (e book disponible). En lo personal prefiero partir con las características generales de los adolescentes, que tanto nos cuesta a los padres poder manejar esta etapa y aquí hay algo que a Pilar le preocupa en calidad de autora:  (......)  temores. El primero es preguntarme cómo hago para romper con el peor mal que padecen los jóvenes, que es la soberbia y la sensación de que no tienen nada que aprender, porque todo lo saben, y, por lo mismo, cualquier persona que llegue a decirles o a contarles algo de sus propias vidas parece ser una lata. alguien extraño, ajeno, que viene a dar órdenes o a indicarles todo lo mal que lo están haciendo.
En fin... esta preocupación es compartida ya que un día seré trabajadora social y me ocuparé otra vez a esta franja etaria( en verdad a todos los chicos) y el texto dice esto: ..........) Cómo hago , en fin,  para llegar a ese grupo de jóvenes a través de variables emocionales , porque siento que, al final,  el hecho de que ellos lean este libro tiene que ver con mi habilidad  para poder alcanzar sus corazones, que es donde nadie llega o donde nadie intenta llegar.
Generalmente, las informaciones que tratamos de entregarles tienen el propósito de que adquieran conocimientos manejarse en la vida frente a los conflictos que se les presentarán en su proceso de crecimiento. Pero poco nos preocupamos de racionalizar esa información que,  en el fondo, debiera ser una transmisión de experiencias  más de datos teóricos.


                         ADOLESCENTES

                            CARACTERÍSTICAS GENERALES


Es importante hablar de cuáles son las características generales que podemos encontrar o apreciar en cualquier adolescente, sin considerar las condiciones sociales, ambientales o incluso familiares. El primer punto relevante de mencionar es que los adolescentes se conforman como tal después de pasar por el período de la pubertad. Y la pubertad se caracteriza por los cambios hormonales o corporales que van teniendo a lo largo de su crecimiento y que comienzan alrededor de los nueve años , edad con que también inicia este libro.
Otra característica fundamental es que los cambios corporales, cerebrales u hormonales desembocan también en características psicológicas. Cuáles son hoy en día: la lata o la falta de ganas de hacer las cosas, la desidia, la escasa motivación, que hoy va más allá de un tema físico , porque se desprende también un tema más existencial, de poco motor, ayudado por factores modernos, como la tecnología que les entrega a los jóvenes todo lo hecho.
Por eso,  yo he llamado a esta la  generación" on-off , la que todo lo prende, la que todo lo apaga, y la que con esa misma rapidez quiere que ocurran las cosas. Son jóvenes impacientes, que tienen poca tolerancia a la frustración ,  escasa disciplina y no funcionan sobre la base del rigor; fundamentalmente porque tienen padres que les han facilitado cada vez más las cosas; por lo tanto, ellos terminan careciendo de un temple firme y sólido .
Son adolescentes con escasez de sueños. En general, no tienen grandes luchas o grandes batallas, que no sea estar en contra de otro y no tratar de pelear por ser ellos mejores. Creo que nos ha costado a los adultos hacerles entender que la competencia es algo que se vive con uno mismo... quizás porque los adultos tampoco la vivimos así.
Otro tema significativo es lo que yo llamo <>, que es la que apunta a la rapidez con la que las cosas tienen que ser vividas , procesadas y modificadas. Se dice que hay que cambiar de pareja rápidamente cuando se acaba una relación,  que se tienen que procesar los dolores cuando se viven. No se les da tiempo a los programas de TV para que la gente se acostumbre a ellos, sino que el tema es funcionar en un circuito efectista , donde si las cosas no resultan rápido, entonces no sirven; hay que cambiarlas por otras.
Estamos en una sociedad que borra todo lo antiguo para poder caer en lo nuevo. Que no repara nada, porque más barato incluso comprarse cosas nuevas que arreglar cosas viejas.
Nos hemos ido alejando del concepto reparación y, por supuesto, también del perdón. No  nos permitimos vivir relaciones que puedan tener algún índice de reparación o de capacidad  de perdón. Los vínculos afectivos están considerados más como sensaciones o sentimientos, que como decisiones. Y muchos de los comportamientos de los adolescentes están basados en conductas más bien instintivas, <>, ni siquiera emocionales, y mucho menos espirituales o con algún sentido.
Podríamos hablar también de una escasa tolerancia al aburrimiento, porque siempre los adolescentes tienen que estar entretenidos por cosas que cosas que están pasando.. Todas estas características las vamos a ir viendo paso a paso, edad por edad, en qué etapas se presentan con mayor fuerza y cómo los padres o los adultos a cargo podemos ayudar a modificar todos estos males  que se han ido encarnando en la gran mayoría de los adolescentes y que resultan transversales a todos los niveles socioeconómicos,  bajos o altos.
Lo que sí cambia , por supuesto, con el nivel  socioeconómico son los temas o las condiciones.  Si en una población hablo, por ejemplo, del vino en caja,  arriba, en el sector alto, voy a hablar del vodka o de otro tipo de trago más sofisticado. Pero en general, los comportamientos son los mismos y las características también.
Así, un niño que no tenga computador vivirá los procesos de la tecnología a través de un cibercafé o gracias al computador de algún amigo o al PC del colegio, pero de todas maneras va a entrar también en el mismo  circuito;  quizás producto del fenómeno de globalización al cual estamos llamados.
Otro punto relevante es cómo esta generación se ha ido separando de los vínculos familiares, de los abuelos, de los más viejos. A los padres les toca verlos más seguido, a pesar que tampoco hay mucho contacto con ellos, porque no se sientan a la mesa o porque no comparten espacios en común. Cada vez se conversa menos en las familias,  con la excusa de que tenemos poco tiempo; pero no creo que eso sea cierto. La verdadera razón es que tenemos otras prioridades. Si hoy dedicamos una hora para ver las noticias por televisión, entonces tenemos lo mismo, una hora, para estar en famillia. Y si estuviéramos una hora en familia, todos los días, todos juntos,  tendríamos claramente otra constitución familiar. Hemos elegido ver las noticias , hemos escogido ver una teleserie, jugar un videojuego o ver un programa de TV....¡ y no compartir con el otro!
Las piezas de los niños están generalmente a puertas cerradas, cuando existe la posibilidad  de que cada hijo tenga su dormitorio. Si hay menos espacio dentro de la casa, los niños salen a las calles, donde se educan casi por sí solos, con toda la violencia, las drogas y los riesgos que en cada esquina encuentran producto de la falta de control y de participación de padres que no están . Los niños están solos, se educan solos, comen solos y, por lo tanto, encuentran rápidamente sentido de pertenencia en la esquina más cercana.
Como decía anteriormente, la importancia de la vejez en esta sociedad está en crisis. Al enviar un currículum después de los treinta y cinco años se corre claramente un riesgo mayor de no encontrar trabajo. Hay que valorar la edad, la experiencia, la formación , los años de trabajo.  Hay que valorar en la familia al abuelo o la abuela, aunque repita treinta veces la misma cosa, porque es parte de la historia, ¡es parte de mi historia emocional! Sin ella, yo no soy , si no la conozco, no conozco la historia de mi familia, la historia de mi país , ni de las raíces de cómo se fueron formando las cosas. Debo aprender a valorar y agradecer lo que hoy día existe, lo que hoy día tengo, a favor del testimonio de los que han vivido antes que yo .
Creo que eso es algo que tenemos que volver a apreciar:Volver a imprimirles las fotos a los abuelos para que ellos puedan descansar en sus casas viendo un álbum y no a través de pantallas de computador; que además los aterrorizan.
Antes eran felices o éramos felices con treinta y seis fotos; hoy día tenemos quinientas cuarenta y ocho en un computador que rara vez vemos. No nos sentamos todos juntos a reírnos de las fotos antiguas. Tenemos cinco mil canciones en un pendrive que jamás vamos a alcanzar a escuchar y que de una u otra forma nos hacen sentir que mientras más cosas tenemos , más felices somos.
Pero no es así, porque antes, cuando teníamos bastante menos, pareciera ser que andábamos más contentos. Ese es uno de los temas que esta generación  ve con angustia y preocupación, porque no saben cómo hacerlo para poder disfrutar de la etapa en la que viven.

Otra de las características de los adolescentes es la facilidad con la cual tienen contacto con los derechos y muy poco acercamiento con los deberes. Están menos conscientes de sus obligaciones, de cuáles son las cosas que tienen que lograr, pero sí tienen plena claridad de cuáles son sus derechos y los reclaman en forma airada y violenta, con lo cual los adultos,  padres y profesores les han tomado temor a estos niños, impidiendo la postura de límites, de disciplina y de rigor frente a la educación .
Algo nos pasa respecto del tema de los límites, de disciplina y de rigor frente a la educación.
Algo nos pasa respecto del tema de los límites; nos da susto llegar a esquemas autoritarios.
Hemos caído en una confusión entre el concepto de autoritarismo y de autoridad. La autoridad es necesaria, porque genera limpieza, coherencia y la sensación de estar en un mundo seguro El autoritarismo , en cambio,  es el abuso de esa autoridad . Claramente nosotros no aplicamos autoridad, porque estamos cayendo en la permisividad, en un concepto de amistad con nuestros hijos que mal entendido significa no poner límites y no ser lo suficientemente restrictivos y ordenados. Un niño necesita eso, aun cuando en la adolescencia parecieran ser autónomos.
Nos encontramos frente a niños que se han ido acostumbrando a rechazar el cariño;  pero realmente lo rechazan o levantan el hombro para escabullir un abrazo apretado de su madre, no porque no lo quieran , sino porque simplemente están poniendo a prueba la capacidad de esa madre para tolerar la frustración y seguir insistiendo.
Los padres no nos podemos cansar de ser padres;  por lo tanto,  no nos podemos cansar de abrazarlos, de decirles que los amamos, de rascarles la espalda, de sentirnos orgullosos de ellos, de sacar el máximo provecho de sus talentos, de transformarlos en las mejores personas que puedan llegar a ser; de pulirlos, y ese pulir duele muchas veces. No puedo ser una madre agradable todo el tiempo, tengo que ser también desagradable en algunas oportunidades .
El educar es una tarea que muchas veces duele en el alma y debo tener la capacidad  para poder entender que ser padre o madre es una misión, no es una tarea que yo realicé todos los días y que quedé contenta porque mis hijos me encontraron<>. Ser padre o madre es una misión que dura toda la vida y solo termina cuando uno de los dos fallece.
Y si a mis cuarenta y tantos años mi padre me llama la atención, yo agacharé la cabeza y lo escucharé porque es autoridad, porque es un ser con el que he reconciliado a lo largo de la vida,  con el que he logrado sentirme cercana y tremendamente protegida. Lo mismo pasa con mi madre. Entoces, creo que ese proceso lo vivimos todos los seres humanos y a cualquier edad, no importa que ya seamos grandes. Mientras más viejos nos volvemos, más terminamos agradeciendo las cosas que nuestros padres nos dieron y cambiando aquellas que nos hicieron sufrir, pero que sin duda fueron un aprendizaje como toda experiencia dolorosa.
Estas son las características generales de los adolescentes: el buscar sueños, el tener que diseñar un proyecto de vida y el poder descubrir a cuál condición sexual fueron  llamados, si a una condición heterosexual u homosexual, porque la bisexualidad, como condición, no existe, es más bien un juego electivo de homosexuales, mayoritariamente no asumidos, o de heterosexuales que están jugando a ambos bandos. Pero en general , la adolescencia implica un camino de hallazgos, donde yo puedo cosas negativas en mi y decidir qué tipo de adolescente quiero ser,  que es el gran desafío de la adolescencia.  (...........). 
Algo que también llama mucho  la atención es el tema del miedo, 
loque hace caer a esta generación en conductas de riesgo. El miedo tiene dos elementos: uno positivo y uno negativo. El positivo es el que me protege  avisa de los peligros, por lo tanto, me hace no cometer los de forma innecesaria en pro de un beneficio mayor que es el autocuidado. El miedo negativo, en cambio, es el que me impide avanzar producto de trancas internas o del clásico <>, que frena que logre mis sueños y que trabaje por ellos. Tiene que ver un poco con el apabullamiento social de destruir eso en lo que quiero trabajar; es una destrucción provocada porque el resto me dice que no va a funcionar. 
El tema del miedo pareciera que hay que vencerlo,  pasar por sobre él; por ejemplo, el niño que se arriesga a tomar alcohol antes de los dieciocho años está venciendo el miedo, está siendo valiente , y eso es reforzado por su grupo. También el miedo juega un rol importante en la actividad sexual y en la delincuencia, en el atreverse a robar para probarle al grupo que tengo valentía y que soy un hombre grande;  soy reforzado y valorado por eso, por haber vencido el miedo.
Claramente el miedo no es necesario vencerlo del todo.No tengo por qué vivir todas las experiencias en la vida para poder hablar de ellas o sentir que he crecido. Para decir que he madurado no necesito experimentarlo todo.
Yo puedo ser mucho más maduro y equilibrado diciendo que no, siendo así más valiente. Es más difícil hoy decir que no al sexo, a la droga o al alcohol, porque eso -como estamos en el mundo al revés- genera claramente un fuerte castigo social.  Entonces, además de hacer las cosas bien, estos adolescentes tienen que cargar con la sanción social  de sentirse ridículos y distintos. Generalmente,  sus propios padres son castigados también por ser demasiado diferentes al resto de los padres, por ir contra la corriente y por ser anticuados. Esto genera, en consecuencia, muchos conflictos familiares, justamente por hacer lo correcto.
Hay que reflexionar qué pasa con el miedo; por qué es necesario traspasarlo si podemos usar el factor protector de este.
Otra característica general de la adolescencia tiene que ver con el aburrimiento, con la tolerancia, con aprender a entender las diferencias , con ver a mis padres como seres que, a pesar de ser estrictos conmigo a veces, en el fondo tienen una noble intención , que quizás no me va a beneficiar ahora,  pero sí cuando tenga treinta años. Entender eso en el centro es lo que me permite seguir amándolos, pero esto solo se consigue cuando existe una buena comunicación familiar, y cuando hay valores y límites claros dentro de la familia; de otra forma, es imposible que un niño pueda sentir esa incondicionalidad a pesar de ser castigado o reprendido, es decir,  ser educado para asumir la consecuencia de sus actos.
También dentro de los peligros de la adolescencia está claramente la tecnología. Muchas veces los adultos no tienen acceso a ella por desconocimiento o por miedo a meterse en el sistema. Tampoco sabemos entonces si nuestros hijos tienen fotolog o si pertenecen a facebook.
Por otro lado, la sexualidad prematura es uno de los peligros mayores para los adolescentes,  porque muchos de ellos no están preparados física, psíquica, emocional ni espiritualmente para poder iniciar una vida sexual. Nos encontramos también con la iniciación de las drogas y sobre todo en el alcohol, que es la puerta de entrada a todo lo anteriormente dicho. Además,  está el hecho de cómo estos adolescentes manejan los cambios corporales, que son tan distintos a los de nuestra generación. Hoy día una joven de quince años tiene cuerpo de mujer y se ve como tal, no como niña, como nos veíamos nosotras. Y con los hombres pasa lo mismo. 
Ha habido también cambios en la conducta de género. (..........)

                      Hasta aquí presento la primer parte de este importante libro y es donde termina la etapa adolescencia para ingresar en el capítulo  de 9 a 11 años - cambios- Yo no voy a transcribir todo pues el libro está a disposición del público; sin embargo,  dentro de éstos cambios que se se manifiesta en esos años nos encontramos con una realidad social que AHORA TENEMOS QUE ABORDAR:
(...................)
Por otro lado, los cambios de voz tienen también consecuencias de autoestima muy importantes en los niños. La famosa era de la voz de pito complica mucho la expresión verbal de los niños varones , sobre todo cuando tienen que exponer trabajos en sus colegios. Es importante que los profesores y profesoras pongan atención en este tema y que controlen el hecho de que los niños no se burlen del compañero que está exponiendo o que utilicen otras técnicas metodológicas en ese período , para que el niño no tenga que evidenciar estas variables de voces que generan risas, burlas y bullying en algún momento .
También se asocia a este mismo concepto la etapa donde el  bullying comienza.  En general,  como se produce una gran cantidad  de cambios corporales, hay muchas cosas de las cuales nos podemos reír : del obeso,  del que no le ha crecido el pelo,  del que es extremadamente peludo,  de la niñita que engordó mucho,  de la que es espinilluda, de la que usa lentes,  de la que está más pequeña que el resto, del que creció en extremo, del que tiene mucha espalda, del que no tiene nada y le dicen el flaco...
Por lo tanto, es importante aquí la conciencia familiar respecto de la diversidad;  de entender en la familia que esta es una etapa de tránsito , que es un proceso de crecimiento. Le tengo que enseñar a mi hijo a empatizar con la realidad de los otros, y que él tiene que asumir su cambio. Aceptar si no tiene pelos o si tiene pelos en exceso; si es alto o bajo, y no entrar a discutir con los otros para defender una posición insostenible. O sea,  si a mí  me molestaban por mi apellido Sordo,  yo no podía reclamar esa burla, aunque cada vez que pasaran lista dijeran: <>. Yo aprendí a reírme de eso,  porque era verdad, mi apellido es divertido. Y si yo soy más alta que el resto y me dicen <>, <> o lo que sea,  me tendré que aprender a reír de mi altura. Es parte de mi proceso de autoconocimiento, y en esto los padres son importantes.
Que no digan frases como: <>, o <>. Si ella está con sobrepeso , yo me tengo que hacer cargo como mamá de ese sobrepeso y decirle: <






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