miércoles, 14 de agosto de 2013

Trastornos causados por el estrés postraumático

Si toda la conducta humana se ajustara a reglas sencillas y estrictas de la lógica , los síntomas del estrés desaparecerían en cuanto terminaran los acontecimientos que los provocaron. Pero los psicólogos reconocen que algunos trastornos de estrés, llamados trastornos de estrés postraumático, puede presentarse después de haber sufrido un grave trauma o crisis.
Los tipos de eventos que pueden originarlos suelen encontrarse fuera de la esfera del dolor y pérdida ordinarios  ( APA, 1980). Son experiencias que resultarían terribles aun para los que tienen una excelente adaptación y que provocan ansiedad: estupro, combate en guerra o una inundación devastadora.
En algunos casos , estos trastornos se manifiestan inmediatamente después de un hecho traumático o al cabo de poco tiempo. Pero en otros casos pueden trascurrir meses en los cuales la víctima parece haberse recobrado de la experiencia ; luego, sin previo aviso, se advierten repentinamente los síntomas psíquicos .Algunas veces, los síntomas desaparecen rápidamente, aunque pueden reaparecer una y otra vez, otras veces persisten semanas o meses. Con frecuencia los síntomas son insólitos. Para poner un ejemplo rcordemos que, tras una inundación en que perecieron 125 personas, un hombre cuya esposa e hijos se encontraban entre los muertos no podía dormir si no dejaba una luz encendida en su alcoba. La oscuridad le recordaba el momento en que se había ido la luz poco antes  que el agua engullera su  casa y matara a su esposa e hijos. Son comunes las pesadillas en las cuales la víctima vuelve a vivir la terrible experiencia tal como ocurrió. Y también lo son las reminicencias durante el día: hay la sensación de volver a vivir el trauma. En general, las víctimas de los trastornos postraumáticos no pueden funcionar bien en su vida ordinaria, y rehuyen a la vida social, lo mismo que las responsabilidades laborales y familiares.
Los veteranos de combate parecen ser especialmente vulnerables a tales problemas. El Center for Policy Research situado en Nueva York descubrió que más de una tercera parte de los hombres que participaron en combates intensos durante la guerra de Vietnam mostraban signos de serio estrés postraumático. Sin duda muchos veteranos afrontaban problemas en su ajuste a la vida civil. En efecto, sus síntomas tendían a ser tan graves que se dio un nombre especial al tipo de trastorno que sufrían los veteranos de Vietnam: el síndrome de Vietnam.
Algunas de sus manifestaciones son las mismas que las de cualquier otro estrés postraumático, pero muchos veteranos presentaban además otros problemas, a saber: paranoia, incapacidad de amar a los demás o confiar en ellos, enajenación de sus emociones, sentimientos de culpabilidad hacia las experiencias bélicas y sobre todo, sensaciones de ira incontrolable que en ocasiones llega a la violencia. Las tasas del abuso del alcohol y las drogas son mayores que  el promedio en los ex combatientes, y algunos de ellos han sido arrestados por delitos que se atribuyen a sus problemas emocionales. Muchos veteranos han buscado tratamiento psiquiátrico. Los psicólogos y psiquiatras que trabajan con ellos citan dos factores que tal vez contribuyan a la gravedad de los síntomas. Ante todo, las bajas entre la población civil fueron más altas que en las otras guerras, circunstancia que les provoca sentimientos de culpabilidad. Otro factor posiblemente central es el rechazo de la guerra. En vez de ser acogidos en su patria como héroes, los soldados fueron recibidos con frialdad, como sila población los culpara de la guerra y los exesos que en ella se cometieron. Tales actitudes críticas son importantes pues la recuperación  cualquier trastorno postraumático depende mucho del apoyo emocional que las víctimas reciban de sus parientes, amigos y comunidad.
Catástrofes naturales y catástrofes causadas por el hombre. Entre ellos figuran las inundaciones , losterremotos, las tormentas violentas, los incendios y los accidentes de aviación. Las reacciones anímicas ante tales acontecimientos tienen mucho en común. Primero, en la etapa de choque " la víctima está aturdida, confusa, desorientada y amnésica por el hecho traumático ". Luego, en la etapa sugestionable, las víctimas son pasivas y están listas para hacer lo que los rescatistas les indiquen. En la tercera fase,la etapa de recuperación, el equilibrio emocional se recobra pero persiste a veces la ansiedad; las víctimas pueden necesitar describir su experiencia una y otra vez ( Coleman y otros 1984). Y algunos investigadores dicen que en las etapas posteriores, los supervivientes experimentan un sentimiento de culpabilidad infundado porque ellos lograrn vivir y otros fallecieron. He aquí las palabras de una azafata que sobrevivió en un accidente de aviación : "No es justo. Todos salieron heridos. ¿ Y por qué yo no?
( Time, enero 15, 1973, p. 53.)

        LA PERSONA BIEN ADAPTADA

Los psicólogos sostienen distintas opiniones acerca de lo que constituye un buen ajuste.  Algunos basan su evaluación en la capacidad del individuo para vivir conforme a las normas sociales. Todo mundo tiene deseos hostiles y egoístas ; todos sueñan lo imposible. La gente que aprende a controlar los  impulsos prohibidos y a limitar sus metas a lo que permite la sociedad, está, según esta definición , " bien adaptada. Si una mujer se cría en un pueblo pequeño asiste a la universidad local, enseña uno o dos años y luego forma una familia feliz , puede considerársele" bien adaptada " en la medida en que se guía por los valores predominantes en su comunidad.

Otros psicólogos rechazan rotundamente esta concepción conformista.
Barron  ( 1963) afirma que " la negativa a adaptarse... muchas veces es el rasgo distintivo de un carácter sano". La sociedad no siempre tiene razón.
Aceptar sus normas ciegamente  ( decir, por ejemplo, "Mi país tiene razón o no la tiene") equivale a renunciar al derecho a emitir juicios independientes. Barron señala que las personas bien adaptadas disfrutan las dificultades y ambigüedades de la vida; no las evaden recurriendo a un conformismo irreflexivo. Aceptan los cambios y están dispuestas a arrastrar el dolor y la confusión. Seguros de sucapacidad para afrontar en forma realista y madura los problemas, pueden admitir en su conciencia los impulsos primitivos o pueriles. La regresión temporal no les asusta. Para Barron, la flexibilidad, la espontaneidad y la creatividad son signos de un ajuste sano.
Y otros psicólogos dicen que la persona bien adaptada ha aprendido a encontrar el justo medio entre conformidad y no conformidad, autocontrol y espontaneidad. En ocasiones actúan con absoluta espontaneidad, pero pueden controlarse cuando el dejarse llevar por los impulsos resultaría perjudicial. Deben cambiar de actitud cuando así lo exige la sociedad, aunque tratan de cambiarla a ella cuando esto parece lo más recomendable. Tal flexibilidad a menudo se considera una señal de que esos individuos están en condiciones de juzgar realistamente el mundo y sus propias necesidades y capacidades. Conocen sus cualidades y admiten sus flaquezas. Por ello, han escogido una actitud frente a la vida que está en armonía con su yo interno. No piensan obrar en contra de sus valores en aras del éxito. La seguridad en sí mismos les permite afrontar los conflictos y riesgos sin excesiva ansiedad,  y quizá lo más importante, les permite arriesgar sus sentimientosy autoestima en relaciones muy estrechas.
Otro medio de evaluar el ajuste consiste en aplicar criterios específicos, como los siguientes ( Coleman y Hammen, 1974 ):
1. ¿ Afronta el individuo con su conducta el estrés o se limita a posponer la solución del problema? Varias formas de escapismo ( drogas, alcohol y hasta la interminable reacción de fantasías en los libros, las películas y la televisión ) pueden distraernos del sufrimiento. Pero no eliminan las causas del problema. Así pues, basarme completamente en el escapismo nunca sustituirá al ajuste adecuado a la situación productora de estrés.
2. Satisface la acción nuestras necesidades? A menudo nuestros actos tienen por objeto atenuar las presiones externas sin tener en cuenta las necesidades personales. La gente puede abandonar sus metas profesionales por cooperar a que el cónyuge alcance las suyas. A corto plazo, la presión se disminuirá pero pueden sentirse frustradas y decepcionadas por el resto de su vida. La solución que crea tal conflicto interno no puede ser un ajuste eficaz.
3. ¿Está la acción en armonía con el ambiente del sujeto? Algunos satisfacen sus necesidades en una forma que los hiere. El joven ejecutivo que se vale de los demás y que manipula a sus colegas posiblemente progresó gracias a tales prácticas. Pero aunque llegue a ser el vicepresidente de la compañía se encontrará sin amigos. Temerá que otros lo traten como él los trató a ellos. Con el tiempo semejante situación causará un gran estrés y frustración. El ajuste satisfactorio ha de tener en cuenta las necesidades del individuo y el bien ajeno.
Hemos visto que existen muchas normas y criterios para decidir si alguien está bien adaptado. Es ostensible que una persona que, según un criterio, está bien adaptada quizá no lo esté según otro criterio. Cabe suponer que lo mismo suceda cuando tratamos de decidir cuáles conductas son "anormales," tema que abordaremos en el siguiente capítulo.

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