domingo, 26 de julio de 2015

EL MIEDO A DESCUBRIR NUESTRA PROPIA GRANDEZA

La depresión puede surgir por lo que hacemos o dejamos de hacer, sin encontrar una razón que argumente nuestro irracional comportamiento. El pánico escénico en nuestras vidas, se puede presentar de distintas formas; y una de las más estructuradas para sentirnos con miedo; estar con mayor incertidumbre y percibir creencias limitantes a la hora de iniciar un proyecto que nos tiene como protagonistas absolutos, es el que se conoce como "complejo de Jonás".
Abraham Maslow es el padre de la psicología humanista y fue quien acuñó este término bíblico, para identificar el miedo a nuestra propia grandeza, a sentirnos incapaces o poco merecedores de tener experiencias de vida que desarrollen todo nuestro potencial oculto.
La negación absoluta está dada cuando la decisión y el papel protagónico están en una misma persona: uno mismo.
Somos nuestro mayor desafío por ser inclaudicables productores de diálogos internos muy poderosos que cuestionan cualquier oportunidad, habilidad o curiosidad que pretendemos llevar a cabo, como para querer cambiar nuestro rumbo. No hay futuro próspero ni actividad que nos sorprenda, si no arriesgamos en la construcción del presente inmediato.
Las sagradas escrituras dicen que Jonás tenía un mensaje de Dios muy importante para comunicar en la ciudad de Nínive. Iba a ser el mensajero entre Dios y la humanidad y no se sentía merecedor ni capacitado para semejante responsabilidad. Su actitud manifiesta a quedarse congelado por la impresión de lo sucedido y la descalificación que tenía sobre su propia imagen, lo llevaba a preguntarse por qué el elegido era él; cuando debía haberse preguntado...¿Por qué no? O ¿Para qué? Debido a la falta de actitud y pericia, Dios le envió una ballena que se lo tragó durante tres días, para después vomitarlo. Esa experiencia con un nivel de pánico escénico dentro del estómago de la ballena, lo llevó inmediatamente a comunicar al pueblo de Nínive a comunicar el mensaje, tal como le fue encomendado.
Maslow asegura que tenemos que alcanzar lo mejor y lo peor de nosotros. El no enfrentar al miedo, hace que tengamos miedo al miedo. Y esto es sinónimo de terror.
El primer quiebre emocional, es tener que romper con nuestros propios moldes aprendidos en una zona de dudoso confort, que no solo nos limita sino que nos descalifica por no poder exhibir el verdadero potencial que llevamos dentro. La mejor forma de transformar el estrés en distrés, es saliendo hacia una zona de desarrollo que nos haga sentir padres sin todavía serlo, comunicadores oficiales siendo simples personas que buscan de una conversación: o líderes del mayor proyecto de nuestras vidas, que hasta ese momento desconocíamos.
La resiliencia es la capacidad que disponemos para saber estar bajo situaciones de presión y superarlas por actitud y aptitud. La procastinación es el mecanismo que tiende a dilatar, demorar, retardar o atrasar lo que debemos hacer aquí y ahora, y que llamativamente es la tarea de venirnos dilatando semanalmente, a punto de querer hacer muchas actividades nuevas para sentirnos ocupados en ellas y sin culpa por ser " excusadores seriales del no hacer".
Jonás no pudo desarrollar su resiliencia y procastinó el tiempo suficiente que solo le marcó Dios.
Nadie nos puede quitar la autoridad de nuestras vidas, salvo que tengamos la débil determinación de hacerlo. Y el peor enemigo solemos ser nosotros mismos.
Henry Ford inculcaba con su frase "Si crees que puedes o crees que no, estás en lo cierto."
Si creer es crear y crear es creer: ¿Estás dispuesto a promover con autoridad el rol que te toca desempeñar en una sociedad con falta de valores y en la búsqueda de personas que nos inspiren?
REvista: UNO MISMO. - MAYO DE 2015

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