martes, 2 de octubre de 2018

EL DEVOTO Y LA PROSTITUTA

Hoy cursé y estoy segura de que en la puerta de la facultad entré sin ver o saludar a alguien, porque   no me detengo a mirar y puede que no reconozca a la persona en ese momento. Estoy dejando el Valium y me encuentro mucho más eficiente en mi cognición, tengo mejores respuestas al entorno y fuerza de voluntad. De hecho, estoy aprobando los trabajos prácticos, uno hice en clase y otro virtual ayer y saqué un 9. Ahora no "amotino" para participar en los trabajos, eran todas las consecuencias de la medicación. Llegaron nuevos conocimientos con un profesor, muy buena persona, y  estuve en clase molesta por el dolor de mi espalda y muy angustiada al recordar lo que sucedió a alguien que quiero mucho y no pude creer al percibir todo que encima  ese muchacho  tenga que sufrir los embates de la gente de su entorno. Bonito ser, te envío un abrazo y te recuerdo que estoy aquí. Para lo que sea. No tuve una percepción normal, fue mi entidad manifestándose y fue maravilloso de repente, contar a pleno con el poder que se me  ha dotado en el Reino. Hay personas decepcionadas conmigo por no apoyar el juicio a determinadas situaciones de la vida, que tienen que ver con la moral. Y esa moral es el resultado de sus esquemas, de su sistema de creencias y su cuadro de la realidad en el que viven. Por eso dije que la creencia es la muerte del entendimiento. La creencia de la que hablo es la de un Dios que envía a sus Santos para juzgar y castigar. Nosotros no venimos a hacer juicio ni ejercer castigo contra nadie. La primera vez que desperté mi consciencia en un llamado telefónico y cambié mi voz, o sea, mi entidad fue la que surgió;  dije:-soy una Guía" Espiritual de masas", -debo esperar al líder", - aquí mis palabras se esparcen como el agua"  ( esas palabras nunca las utilizo), la frase se "mis palabras se esparcen como el agua"se referían a que todos  estaban pendientes de mis palabras y mi vida y . Yo no hice nada malo, pero .. pero obedezco a Buda y perdono, aunque también se me ordena defenderme y tengo presentes dos enseñanzas de Conny Méndez. una, NADIE PUEDE DAÑARTE DESDE AFUERA. Otra, NO PERMITAS QUE TE HAGAN LO QUE ERES INCAPAZ DE HACER A LOS DEMÁS. -Nadie puede dañarte desde afuera- , la Verdad gritará  y el universo devolverá la treta a quien quien trata de levantarla. No vine a decirles lo que sus egos quieren escuchar, ustedes deben adaptarse a la verdad, ya que estoy para guiarlos, aferrarse al juicio es no evolucionar. Percibí que en ese instante Dios estaba juzgando a quienes se encontraban juzgando a alguien, "los juzgadores son los más juzgados". EL MORALISMO ES  CONDENADO. -Por tus palabras serás condenado, "por tus palabras serás justificado". Les traje este cuento para que cambien de actitud y vivan sus vidas para evolucionar, sin perder el valioso tiempo criticando y haciendo juicios, ya que cada una de las personas tiene el derecho de buscar su felicidad de la manera que les parezca, sin malograr su existencia y la de los demás.. hay mucho para crecer, hay mucho a su alcance para bendecir, no pierdan el tiempo, ayuden, que es el mejor camino hacia Dios.

EL DEVOTO Y LA PROSTITUTA
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Había una vez un hombre devoto que dedicaba su tiempo a la oración y meditación, su objetivo era las cosas del alma y la búsqueda de la verdad. Sucedió que se mudó a vivir justo frente de su casa una prostituta que recibía todo tipo de hombres. El hombre devoto se sentía enojado e indignado y le decía a Allah como podía mandarle algo así, pues esto era motivo para perder su concentración y desviarse de sus plegarias; "una mujer así no merecía ningún tipo de favores"
Pasó el tiempo y el hombre devoto sentía cada vez más desagrado por aquella mujer.
Por el contrario la prostituta se sentía muy honrada y afortunada de que frente a su casa viviera un hombre de condición espiritual, de modo que siempre le agradecía a Allah esa oportunidad de estar cerca de personas de dignidad. Ya que ella se veía obligada por las circunstancias a llevar ese tipo de vida.
Entonces sucedió que los dos murieron a la vez, pues se produjo un enorme desastre natural y así los dos se vieron frente a la corte celestial. Allí se les dijo: "cada cual somos lo que cosechamos". Así el hombre devoto fue condenado por no vivir su vida con satisfacción y agradecimiento y además haber tenido sentimientos negativos hacia otros y la prostituta fue salvada, pues ella había vivido su vida con gratitud, aceptación y pensamientos amables hacia los demás.

Cuento sufí
Autor desconocido

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