domingo, 10 de abril de 2016

PARÁBOLA DEL GRANO DE MOSTAZA

Hola,hoy surge un tema inesperado por un suceso repentino; lindo suceso porque se trata del reencuentro con una mujer apreciada desde hace muchos años:Hola Alejandra y familia! también Oscar y familia.. Alejandra es una mujer cuya vida no ha sido ni es fácil, se muy bien que va a superar este golpe a su salud porque SIEMPRE SE LEVANTÓ Y SALIÓ ADELANTE. Ella sufrió la muerte de una pequeña hija y tiempo después partió Guillermo, su hijo mayor a quien vi crecer y creció  inseparable  de sus primos, los hermanosde mis hijos..   Primo siempre presente.y eran tres polvoritas jajaja pero en fin... me reía con ellos y los apañaba en muchas travesuras y juegos. Y así pasó el tiempo y ellos crecieron, pasaron su adolescencia hasta que dos meses antes de cumplir 20 años Guillermo murió en un accidente. Claro que fue muy duro y costó mucho superarlo aunque aún pesa su ausencia; ayer me conecté con Ale por facebook y hoy me dio la sorpresa al presentarse en mi casa y me alegró muchísimo;; hablamos sobre lo que significa la pérdida de un hijo y me dijo que es algo que no se supera en la vida aunque se debe aprender a sobrellevar.. creo que todos sabemos que una madre y padre no supera en la vida la partida de un hijo y al pensar en ello y en ellos (Alejandra y Oscar) me venía a la mente la siguiente parábola budista:

                     PARÁBOLA DEL GRANO DE MOSTAZA

"Hace muchos años, en la ciudad de Shravastra, vivía una joven mujer que había perdido a sus padres y a su marido quedando únicamente junto a su pequeño  hijo recién nacido. Este se convirtió en su motivo para vivir.
Cuando su hijo tenía apenas un año, cayó enfermo ymurió. Agobiada por la pena y el dolor, Krishna Gotami enloqueció. Vagaba por las calles día y noche con el cuerpecito en sus brazos suplicándole a todo el mundo con quien se topaba, un remedio que le devolviera la vida a su hijo.
Algunas personas pasaban por su lado sin hacerle caso, otras se alejaban asustadas, otras más crueles se reían de ella, y la mayoría la tomaban por loca. Finalmente dio con un sabio que le dijo que la única persona en el mundo que podía realizar el milagro que ella pretendía era el Buda, el cual, por fortuna, se encontraba en un bosque a las afueras de la ciudad.
Así pues en busca de Buda, al llegar depositó el cadáver su hijo ante él y le dijo:
He perdido a mi marido y sólo vivía por este hijo, pero ahora también ha muerto.He oído hablar de tu  compasión, por favor resucítalo.
Buda la escuchó con infinita compasión y luego le respondió con amabilidad:
-Sólo hay una manera de curar tu aflicción.Baja a la ciudad y tráeme un grano de mostaza de cualquier casa en la que no haya habido jamás una muerte.
Krishna Gotami experimentó un gran alivio y se dirigió a la ciudad de inmediato. Cuando llegó, se dirigió a la primer casa que vio y explicó:
- Me ha dicho el Buda que vaya y busque un grano de mostaza de una casa que no haya conocido la muerte.
-Tenemos sacos llenos de  de mostaza, pero en esta casa ha muerto mucha gente -le replicaron. Fue a la casa de al lado.
-En nuestra familia ha habido incontables muertes -le dijeron.
Y lo mismo en la tercera y en  cuarta casa y en la quinta casa, hasta que por fin hubo visitado la ciudad y comprendió que la condición de Buda no podía cumplirse.
Llevó al cuerpo de su hijo al cementerio y se despidió de él por última vez, y a continuación volvió donde Buda.
-Has traído el grano de mostaza?
-No respondió ella- empiezo a comprender la lección que intentas enseñarme. Me cegaba la pena y creía que yo era la única que había sufrido en manos de la muerte.
-¿Por qué has vuelto? -preguntó Buda.
-Para pedirte que me enseñes la verdad de lo que es la muerte, de lo que puede haber detrás y más allá y de lo que hay en mí, si algo hay que no ha de morir.
Buda empezó a enseñarle:
-Si quieres saber la verdad de la vida y la muerte debes reflexionar continuamente sobre esto: en el universo sólo hay una ley que no cambia nunca, la de que todas las cosas cambian y no hay una cosa que sea permanente.
La muerte de tu hijo te ha ayudado a ver ahora que el reino en el que estamos, el samsara, es un océano de sufrimiento insoportable. Sólo hay un camino y uno solo, para escapar del incesante ciclo de nacimientos y muertes del samsara que es el camino de la liberación. Puesto que ahora el dolor te ha preparado para aprender y tu corazón se abre a la verdad, te voy a mostrar.
Krishna Gotami se arrodilló a sus pies y siguió a Buda durante el resto de su vida.
Se dice que cuando su vida llegaba a su fin alcanzó la iluminación."

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