jueves, 7 de julio de 2016

NO PUEDES HUIR DE TI MISMO

No puedes huir de ti mismo
¿ Te has detenido a mirar, alguna vez, tu interior en un espejo?¿Has contemplado la profundidad de tu mirada para valorar si te gusta lo que ves?. No es fácil, lo sé, pero resulta imprescindible hacerlo.
Porque la otra opción es tratar de alienarte, distrayéndote huyendo de ese encuentro contigo mismo. Pero créeme: es difícil escapar de uno mismo. Por mucho que corras, ¿dónde irás que no te encuentres con tu propia compañía?
Puede ser cierto, como afirma Anthony de Mello que-desde niños- se nos ha inoculado una droga: la necesidad de aprobación. Se nos ha dicho cómo debíamos ser, y hemos intentado por todos los medios cumplir las expectativas que habían depositado en nosotros nuestros padres, maestros, compañeros, amigos...
Como la mayoría de drogas también ésta ofrece momentos de gozo...y otros de dolor y sufrimiento. Porque cuando haces depender tu felicidad y satisfacción de los demás, conviertes en cierta la afirmación de Sartre de que "el infierno son los otros".
En este intento de convertirnos en lo que nos han dicho que debemos ser
vamos dando forma a "la sombra": ese conjunto de aspectos de nuestra persona que no reconocemos como propios porque no armonizan con esa imagen de nosotros mismos que nos han propuesto como meta.
Pero esas dimensiones siguen allí, agazapadas en nuestro inconsciente, a la espera de poder manifestarse de algún modo.
Y ese modo suele ser el de la proyección, el de la reacción desproporcionada ante lo que reconocemos como propio ( aunque reprimido) en el otro.
Decía Hermann Hesse: "cuando odiamos a una persona, odiamos en su imagen algo que llevamos en nosotros mismos, lo que no está también en nosotros mismos, nos deja indiferentes".
Por ello, más nos vale no darle la espalda a nuestra sombra, más nos vale abrazarla con cariño y acercarnos a nuestro interior con profunda misericordia.
¿Te  han explicado qué significa realmente la miser-i-cordia?. Su etimología nos da- como casi siempre- la respuesta: poner el corazón en la miseria.
Así que no retires la vista de aquello que no te gusta de ti mismo, préstale atención, siéntelo como propio, abrázalo con cariño transformador..... Ámate con todas tus miserias... Porque están ahí por algo... No pienses en deshacerte de ellas, trata de integrarlas, de transformarlas, de pulirlas, de transmutarlas... En ellas empieza tu mejora personal.
Toma consciencia de ellas, trabájalas con constancia y amor y verás como se opera el milagro. El milagro de alcanzar la paz y la dicha siendo tú mismo, marchando al son de la música que llevas dentro y del ritmo de los tambores de los demás.
Eres una estrella capaz de iluminar con su luz y calor a quienes que te rodean. ¿Que tienes luces y sombras? Por supuesto, como todos. Pero eres una estrella única en un hermoso firmamento. No lo olvides.
Tu futuro, felicidad y  transformación dependen de ello. Solo por la vía del amor y de la aceptación llegarás a ser quien puedes llegar a ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario