sábado, 23 de agosto de 2014

ESTUDIO DEL ORGANISMO HUMANO

A medida que ascendemos en la escala evolutiva, se observa una complejización en la manera de procesar la información. Esto permite que, en el hombre, se lleve a cabo la integración de las actividades fisiológicas en forma simultánea  a la realización de la psíquica o "mental" ( conciencia, percepción, pensamiento, memoria, y otros).
La experiencia psicológica surge del entrecruzamiento de dos factores co-determinantes básicos: la actividad biológica y la actividad social. Sin ellos, dicha experiencia no tendría lugar, pero tampoco es reductible a dichos factores.
Vista desde el punto de vista psicológico, la experiencia humana se origina en ese entrecruzamiento, y desde esa perspectiva no existe prevalencia alguna entre lo biológico y lo social, pues ambos concurren simultáneamente en la creación de las condiciones que hacen posible la aparición de lo psíquico.
El esquema de la concepción empirista- positivista de la actividad psíquica plantea la idea de que dicha actividad surge como resultado de la evolución y complejización de los fenómenos biológicos, y que la actividad social, a su vez, de otro proceso de actividad semejante. Para esa tradición,, lo biológico, lo psicológico y lo social, se constituyen por lo tanto, como estratos progresivos y superpuestos del desarrollo material. La representación gráfica de esta concepción se corresponde con una pirámide cuya base está constituida por el componente biológico , y sobre el que se apoyan , como franjas sucesivas, los componentes psicológico y social.
En su lugar, el paradigma holístico utiliza un modelo de desarrollo concurrente de los tres componentes, que concibe la evolución de los procesos psicológicos, de forma simultánea con el desarrollo de los procesos biológicos y sociales. Ello implica pensar que ninguno de estos órdenes, que utilizamos para describir diferentes planos de nuestra experiencia, puede privilegiarse o superponerse prevalente de los otros.
Los seres humanos organizan permanentemente la realidad en la que despliegan su vida elaborando construcciones personales. De esta manera , preservan un triple orden de realidad: biológico, psicológico y social. Lo que define la realidad humana es la coexistencia de estos planos en una experiencia integrada.  Las construcciones de la realidad, al asegurar la existencia de un sentido de identidad personal, garantizan la  continuidad de la vida desde el punto de vista psicológico y preservan la condición subjetiva de la experiencia. La conservación de este sentimiento de identidad es el aval necesario para poder hablar de la existencia de las personas como sujetos.
Las estructuras psicológicas se preservan en la medida que el ser humano puede dotar de significado su experiencia, así como las estructuras biológicas se preservan por medio de una serie de operaciones fisiológicas y las estructuras sociales se preservan en el cumplimiento de una organización legal.
Desde este paradigma  BIOPSICOSOCIAL considera al hombre como un ser constituido por estructuras biológicas, sumado al ser que razona y es capaz de desarrollar las complejas funciones del pensamiento y que está en relación con sus semejantes y con el ambiente que lo rodea. 

                        IMPORTANCIA DE LA PERSPECTIVA SISTÉMICA EN EL ABORDAJE DEL ESTUDIO DEL ORGANISMO HUMANO
La utilización del concepto de sistema resulta más apropiado para el abordaje del estudio del organismo humano. La perspectiva sistémica se diferencia de la mirada mecanicista analítica, la cual considera que los fenómenos complejos pueden ser comprendidos desde las propiedades de sus partes , por un lado. y, por otro, rescata de la perspectiva organicista la idea de considerar a las relaciones organizadoras entre las partes como como característica particular del fenómeno biológico .
Todo sistema presenta un conjunto de elementos, compartimientos y unidades, relacionados por influencias recíprocas que constituyen circuitos recurrentes, interacciones y mecanismos de control y comunicación. En la cual la estabilidad del sistema es  consecuencia de estas interacciones .
Podemos considerar al organismo humano como sistema como un conjunto de elementos básicamente estructurados cuya totalidad genera normas de funcionamiento en parte independiente de aquellas que rigen el comportamiento de sus unidades. Siempre que se habla de sistemas se tiene en vista una totalidad cuyas propiedades no son atribuibles a la simple adición de las propiedades de las partes que la componen.
En las definiciones más corrientes se identifican los sistemas como conjuntos de elementos que guardan estrechas relaciones entre sí, que mantienen al sistema directo o indirectamente unido de modo  más o menos estable cuyo comportamiento global persigue normalmente algún tipo de objetivo.
Con relación al ambiente o grado de aislamiento de  los sistemas pueden ser abiertos o cerrados según mantengan o no intercambios con el ambiente. El organismo humano como todo sistema biológico es un sistema abierto lo cual implica, que entre organismo y ambiente existe un continuo proceso de intercambio de materia, energía e información.
La cualidad esencial del organismo como sistema está dada por la interdependencia de las partes que lo integran y el orden que subyace a tal interdependencia y la de sistema abierto lo cual implica, que entre organismo y ambiente existe un continuo proceso de intercambio de materia, energía e información.
La cualidad esencial del organismo como sistema está dada por la interdependencia de las partes que lo integran  y el orden que subyace a tal interdependencia y la de sistema abierto por las corrientes de entrada y salida mediante las cuales se establece una relación entre el sistema y su ambiente. Esta perspectiva sistémica enfatiza como una de las propiedades de la vida la tendencia a construir estructuras multinivel , con diferentes niveles  de complejidad y diferentes "leyes" operando sobre ellos, de modo que cada uno forma un todo.

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