jueves, 11 de octubre de 2018

UN COLIBRÍ EN UNA RAMA

-"Es tiempo de unir, no de dividir, pensé  cuando me senté a escribir hace unos años; es preciso hacer un análisis de esas palabras, para sacar provecho de los sentidos que les podemos atribuir para nuestra vida. Ayer visité a Yasmín y Maia  - mi vida! es increíble ver a esa "pulguita" caminando por la casa-, y mi hija que me demuestra lo acertada que estuve cuando decidí traerla al mundo por elección, sosteniendo que quería formar de mis hijos, personas íntegras y felices para contribuir a la sociedad, y estoy muy orgullosa de ella, por  cómo ha crecido en todos los sentidos y por su postura ante la vida y el mundo, me hizo ver, al pedirle consejo de cómo llegar hasta el club al que tenía que ir a inscribir  a David para que comience fútbol, que tanto me ha pedido con insistencia, que no es justo que yo cargue con todo siempre, que debía mandarlo a él a preguntar ya que está creciendo y le hace bien salir y pulirse. Consideré que no puedo mandarlo por primera vez con esta responsabilidad porque es una cuestión que debo manejar yo, entonces decidí enviar a su padre, aunque también debo manejar en persona el tema y aún sabiendo que no iba a ser eficiente para esta circunstancia, le delegué la responsabilidad y así fue, pero algo muy importante, no preguntó el valor de la cuota mensual que debo abonar yo. Yo, todo yo, eso es lo que me quita tanta energía y me divide a mi misma, no es justo ni tiene lógica, no tiene lógica ser tan permisivo porque como dije tanto, el exceso quita la paz. A partir de este cambio que estoy aplicando a mi vida también le exigí su aporte en cuanto los elementos indispensables para el deporte, empezando por los botines.  Le compré zapatillas el domingo y no es posible en ningún sentido que siga siendo la sostenedora de todo. - Voy a ver..- No,lo vas a hacer.. No es así, ya veré.. como.. tal vez.. Ya basta, NO ES POSIBLE AVANZAR CON TODA LA CARGA SOBRE LOS HOMBROS Y ASÍ FUE MI VIDA MATRIMONIAL por creer en ese papel de víctima de la sociedad y del mundo que incorporó  desligándose de todo. Jesús dijo que es cómodo y debe hacer las cosas solo, yo, durante años creyendo en su discurso de víctima y creyendo en mi, porque era quien tenía la capacidad de sobrellevar, la que contaba con las posibilidades! Todo eso era y sigue siendo real; pero mi lugar estaba en mi casa con mis hijos, porque las posibilidades se crean, con fe, con templanza,  con buena voluntad y búsqueda de autodesarrollo, ahora las responsabilidades de sostenerlo la cargan sus hijos, que ellos sí luchan por progresar y lo hacen muy bien, justamente uno de ellos tuvo que asumir el cargo de los botines, pero mi hijo no podrá comenzar la actividad mañana. De repente una dice, no es para tanto, una más, ya fue; pero sí es para tanto, porque es la suma de toda su vida de dependencia y de toda la mía de cargas. Una vez leí en una revista un apartado de psicología en el que hablaba de esa actitud de hacerse cargo todo el tiempo de las responsabilidades ajenas, diciendo que se denomina Síndrome de Wendy. Jajaja, yo he sido Wendy desde adolescente y no es como dice que se desarrolla para intentar ser aceptados, no. Es porque siempre Lorena tuvo que cargar con lo ajeno. Quién hace las tareas? Lorena, quién tiene que ceder? Lorena. Mis hermanas también asumían tareas, pero la buena y sacrificada en situaciones difíciles, incluso cotidianas, por ejemplo, vino un primo y le toca ceder la cama a esta Santa, y así todo siempre, ese día fue uno de esos que me quejé por ser siempre la dama bondadosa que asume la responsabilidad. En fin, y entre risas lo digo, ese primo me vio muy mal sin tener idea de mi situación intra familiar, y no se más, sólo estoy consciente de que hacerme cargo de todo porque sino lo hago las cosas se van a caer, ya que el que tiene que hacerlo no lo hace, es el exceso que desequilibra, y me quita la paz. Como en el tema del padre de mis hijos, aquí aplico otra lectura, por allí.. que decía: todo lo que dejes de hacer, de cargar, siempre habrá alguien que lo haga. Siempre se va a solucionar.., bueno yo no puedo confiar en eso porque a esta altura de su vida no va a cambiar y de mi hijo me ocupo yo, lo que sí me hago cargo es de que no voy a ser más la permisiva y quiera o no ha de ocuparse del destino que ha elegido y construido porque yo levanto vuelo como el colibrí de la rama. Aquí aplico la palabra dividir; no es a lo que me refería , pero yo hago alusión a lo que dice el artículo, sobre las cargas y el aporte de cada uno de nosotros, y es en cuanto a ese aporte lo que dice que hay que unir. Unirse y aportar a la Unidad. Somos uno y cada una de sus partes. Yo, como santa, hablo mucho con cada persona en mi camino, para saber, conocer, desde dónde hacer mi tarea en la vida de cada quien, por eso, me comunico mucho con mis compañeros también, ese es el sentido, una palabra, un aliento, un compartir y ayudarse mutuamente, ser solidarios, así somos los estudiantes de esta carrera, en la otra también tengo excelentes compañeros y compañeras con quien compartí tantos momentos y charlas también fue un gran grupo de estudiantes el de la secundaria nocturna, en todos hombres y dos mujeres ya que el curso era técnico ( Perito en  en Telecomunicaciones), y siempre intentamos hacernos liviana la carga ayudándonos los unos a los otros. Fueron tres bellos años en una agradable interacción también con los profesores.


UN COLIBRÍ EN UNA RAMA


¿cuánto pesa un copo de nieve?.. preguntaba un colibrí a una paloma.
La paloma respondió: nada, y el colibrí le contó:
Me posé en una rama de pino, cerca de su tronco. Empezaba a nevar. Como no tenía nada que hacer empecé a contar los copos que caían sobre las ramas de mi tronco. El número exacto fue de 3.741.952. Cuando cayó el siguiente copo ( sin peso, como dices) la rama se rompió.
Dicho esto, el colibrí levantó vuelo.
Quizá tan solo  sea necesaria la colaboración de una persona más para que la solidaridad se abra camino en el mundo.

Kurt Kauter

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